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lunes, 7 de marzo de 2016

Aceptando nuestra sexualidad



Probablemente con este artículo me gane la sorpresa, el desagrado o el ''lo sabía'' de mucha gente. También puede que me gane la reprimenda de gente cercana que dicen que es parte de mi intimidad y que no tengo porqué hablar de ello. Precisamente lo que me gustaría es poder hablar de ello sin que se me ponga el corazón a mil, sin tener que sentir vergüenza de lo que soy y lo que siento;  que sea igual de normal cuando diga qué guapo es ese hombre y qué guapa es esa mujer. Es algo natural, es parte de mí y tengo el mismo derecho a expresar mis gustos. Estoy más que lista para contar mi experiencia como amante de ambos sexos.


Todo empezó cuando tenía sólo 8 años en la época de las t.A.T.u, estaba completamente enamorada de la morena. Buscaba por todas partes su nombre y sus gustos, su vida, TODO. Era el amor platónico de mi infancia. Recuerdo que mi hermano bromeaba diciéndome que me gustaba y yo me ponía roja como un tomate. Por supuesto lo negaba. Sin embargo también recuerdo haber estado con mi mejor amiga de esa época y contarle que tenía miedo de que me gustaran las chicas (sólo las chicas).

Luego empecé a llevar una vida ''normal'' en cuanto a orientación sexual. Me gustaban los chicos, sin embargo tenía también fantasías con las chicas pero pensaba que se quedaba sólo en eso y quería que se quedara sólo en eso. Digamos que sentía curiosidad pero a la hora de ver un cuerpo desnudo era el de la mujer el que más me gustaba.


Fue cuando tuve mi primera experiencia sexual con una mujer que me di cuenta que no eran sólo fantasías y que había mucho más. Sin embargo me costó mucho tiempo asimilarlo. Incluso me metí en foros para contar mi experiencia y preguntar si era bisexual, le preguntaba también a las amigas más cercanas.

Hay gente que no me cree cuando les digo que los bisexuales tenemos más complicaciones a la hora de ser aceptados, ya que no hay punto intermedio y si lo hay eres un vicios@ sexual. De hecho lo viví yo misma al creer al principio que sólo me gustaban las chicas y después al creer que sólo me gustaban los chicos. 

Algunas personas me respondieron (gays y lesbianas incluidos) que era heterosexual y otros que era homosexual. Pocos me respondieron que podían gustarme ambos sexos. De hecho me hacen mucha gracia aquellos que dicen tener ser hetero/homosexuales pero que tienen fantasías o han tenido encuentros amorosos satisfactorios con personas del mismo y de distinto sexos. En ciertos aspectos estamos más reprimidos.

Luego llegó el momento en que lo fui aceptando y se lo conté a mis padres. Bueno, se lo conté a mi madre y después mi madre se lo contó a mi padre. 
Al principio todo bien, mi madre lo había aceptado y decía que no había nada de malo y yo estaba contenta por ello, porque al menos tenía la aprobación de mi madre. Fue cuando empecé a normalizar mis gustos por las chicas después de un tiempo que me di cuenta que mi madre no lo había aceptado del todo. Se enfadó y lloraba diciendo que no me imaginaba con una mujer . En ese momento yo, que tengo ese espíritu rebelde, me enfadé también porque no quería imaginar que mi madre no me aceptase. En cuanto a mi padre, se enteró cuando mi madre gritó en casa que me gustaban las mujeres y ella se encerró en su cuarto. 

Afortunadamente no tuve dificultades con mi padre ni con mi hermano, no sé si fue porque ya se lo imaginaban o porque no tienen miedo de tener una hija/hermana que pueda estar con una mujer. Supongo que mi madre se puso así porque al principio creía que era sólo una etapa adolescente donde no tenía claro mis gustos y actuó cuando se dio cuenta de que realmente no lo era. Para los padres puede ser algo difícil de comprender al principio pero si te quieren te acabarán aceptando tal y como eres. 

A pesar de ello yo tenía que aceptarme incluso aunque nadie me aceptara, al fin y al cabo es una parte de mí y viviré toda mi vida con esa parte así que más valía que me acostumbrase. He escuchado muchos comentarios homófobicos y bifóbicos (no sé exactamente cuál es el adjectivo de bifobia). Comentarios como: ''es imposible que te gusten ambos sexos, simplemente serías un pervertido si fuera el caso'', ''los bisexuales nunca están seguros de si les gusta la carne o el pescado'', ''los bisexuales tienden a ser más infieles porque nunca están a gusto con un sólo sexo''. Frase de una amiga al enterarse de que me gustaban las chicas: ''Ah, y nunca has sentido ningún tipo de deseo por mí?''. 

Voy a aclarar varias cosas; para empezar que te gusten los dos sexos no significa que tengas más líbido que otra persona a la que le gusta sólo un sexo, cada persona tiene su líbido más alto o bajo independientemente de su sexualidad y por supuesto te pueden gustar ambos sexos sin tener una enfermedad mental. La segunda cosa es: sí, estamos completamente seguros de lo que nos gusta y lo que no nos gusta al igual que tú mism@ deberías/puedes saber lo que te gusta o no te gusta. Con la tercera frase diré que puedes ser infiel siendo heterosexual, homosexual, bisexual, transexual... los que seguro que no te serán infiel son los asexuales, en eso estoy de acuerdo. 
Yo llevo viviendo con mi pareja desde hace dos años y jamás le he sido infiel, ni siquiera lo he pensado y me siento completamente satisfecha con él.  
A esta última frase de una amiga preocupada, le responderé con dos preguntas: Acaso a ti te gustan todos los tíos que se te acercan? Te atraen todos tus amigos? Pues es lo mismo que yo, personalmente  nunca he sentido ningún tipo de deseo sexual por ninguna amiga, claro que como una persona normal si hay feeling entre ambas personas puede que haya algo más o si te hubieras puesto a insinuarte y te hubiera encontrado especialmente atractiva pues sí, habría posibilidades, pero repito: como todo el mundo. Así que no os preocupéis, que no me gusta todo lo que se mueve.

Muchas gracias por haber utilizado tu preciado tiempo para leerme. 

Has tenido alguna experiencia parecida o conoces a alguien que la haya tenido que quieras compartir? Te invito a que la compartas si lo deseas. No tengas miedo porque todos somos iguales y ante todo somos personas, no dejes que los demás te definan ni te rechaces a ti mism@. 
Un abrazo.