Páginas

jueves, 12 de octubre de 2017

El machismo en el sexo


Hoy quería hablar de algo bastante corriente en el sexo de hombres y mujeres: el machismo y la idea de jodernos las relaciones sexuales.

Ante todo decir que si estáis leyendo esto, papá y mamá, os recomiendo dejarlo aquí. Para no sentirnos incómodos ninguno de los tres.



Es algo de lo que siempre me he quejado, pues he tenido suficientes amantes para saber que hay mucho machismo en el sexo. ¿Qué es lo que entiendo por machismo en la cama? Básicamente, el hombre llega al orgasmo y la mujer no. Con un poco de suerte la mujer ha disfrutado cinco minutos (en caricias me refiero, no en calentón). El problema es que los hombres sólo quieren, y eso sin son generosos, que lleguemos al orgasmo con penetración. Vamos, un mete y saca y si es posible matar dos pájaros de un tiro. Si no es posible, tampoco pasa nada.

Me he encontrado en situaciones donde el hombre, al terminar, se ha acostado en la cama con los brazos en la nuca, y después venía mi pregunta: ''¿y yo qué?'' A lo que me respondieron que yo era más difícil.

Voy a empezar diciendo que gran parte de las mujeres somos clitorianas. Esto quiere decir que tan sólo podemos alcanzar el climax mediante la estimulación del clítoris. Hay incluso mujeres que no sienten nada de placer durante la penetración. Por supuesto, conozco mujeres que llegan al orgasmo con penetración, pero repito que las clitorianas formamos un alto porcentaje.

Entonces, gran parte de las mujeres somos clitorianas, pero gran parte de los hombres se dedican a meterla y sacarla. ¿Qué es lo que pasa aquí? Que ellos llegan al orgasmo y nosotras no. Después del acto y ver que nuestro amante ha quedado completamente satisfecho, te felicita (sí, ¡algunos felicitan!) por haberlo hecho tan bien. Te vuelven a llamar queriendo más, diciendo lo mucho que les ha gustado tener sexo contigo. Y ahí encontramos nuestra rabia con el ''¿y yo qué?'' y te entran ganas de tirarles una zapatilla en la cara y quién sabe qué más.  

Bueno, hubo una vez en el que al terminar, el chico estaba ''triste'' porque no había llegado y se sentía ''inútil''. No sé qué es peor, si intentar quedar como víctima sin haber intentado siquiera satisfacer teniendo todas las armas o si no decir nada y quedarte sobado al instante.

Algo que es bastante tabú en el sexo de hombres y mujeres, es el cunnilingus. Para aquellos que no lo sepan, el cunnilingus se refiere a la estimulación del clítoris con la lengua. Y quiero decir tabú, porque a ellos les puedes (de hecho DEBES) hacer una felación de ensueno. Pero en cuanto les dices que quieres lo mismo, se echan para atrás. Algunos te dirán que no saben hacerlo sin ni siquiera haberlo intentado, otros serán más directos y te dirán que tan sólo les hace eso a sus novias no a una puta a la que se folla de vez en cuando como tú y otros son más sinceros y te dicen que les da asco.

Nos hacen sentir culpables. Nos dicen que su exnovia o yo no sé quién llegaba al orgasmo con sólo penetración. Pobrecitos, que se han topado con una mujer con la que se tienen que esforzar un poco para que ella disfrute. El esfuerzo dejémoslo para ellas. Que si no la chupan son unos muermos. Nosotros no estamos obligados a hacer eso.

Yo he llegado a una conclusión, hombres que no hacen cunnilingus el primer día (el segundo si el chaval nos pone bastante) hombres que no valen la pena. Ya no cuela (digo esto en todos los sentidos) que el hombre sea el único con derecho al placer y nosotras lo tengamos ya si eso.

jueves, 17 de agosto de 2017

Vegetarianos y omnívoros, ¿la convivencia es posible?



Acabo de ver un vídeo sobre una vegana que cuenta su historia acerca de la veganofobia. Esta mujer dice haberse sentido discriminada porque sin haber abierto la boca todos en la mesa se pusieron en su contra, explicando por qué ser vegano no tiene ni pies ni cabeza. Muchas veces le han dicho que es un coñazo porque cada vez que la invitan a comer tienen que hacer un plato especialmente para ella.
Es un tema que me afecta a mí también ya que he vivido y vivo todo lo que esta mujer ha contado.

La gente no suele saber que soy vegana a no ser que esté pendiente de las redes sociales donde pongo de vez en cuando algo al respecto. En persona, intento siempre evitar el tema del veganismo por miedo al rechazo. Se dan cuenta cuando ven que no como nunca nada de origen animal y que siempre rechazo los regalos de comida. Como por ejemplo cuando alguien ha hecho un bizcocho por su cumplea
ños y les da un trozo a todos los que estamos en la clase excepto a mí.

Personalmente siempre he tenido lo que yo llamo un ''monólogo''. ¿Por qué lo llamo monólogo? Pues porque sin yo haber dicho o hecho nada empiezan de repente a hablarme de la cadena alimenticia, de lo buena que está la carne, etc. Y yo ahí callada esperando a que termine.

Todo esto es triste para ambas partes.

Para los vegetarianos porque nos sentimos discriminados y nos preguntamos por qué nos tratan así y para los omnívoros porque atacar sin razón demuestra una horrible infelicidad acerca de este tema. Y jamás acaba bien para ninguna de las dos partes. 

Lo que yo hago es no hablar de por qué soy vegana a no ser que alguien se interese y quiera hablar conmigo para tener un intercambio positivo. Si no, prefiero evitar el tema. De esta forma nadie malgasta saliva y se ahorra un sofocón.

Tenemos que ser conscientes de que atacar por un tema o ideología que no compartamos o no entendamos no sirve para nada. En vez de eso, deberíamos disfrutar del momento con la otra persona y concentrarnos en las demás cosas en común que podamos tener. A veces son muchas, otras veces pocas. Da igual.

Lo importante es intentar ser feliz, sentirse bien y respetarse.